Stand con tres fachadas, recayentes una de ellas a la plaza principal del pabellón, decidimos orientar el diseño en maximizar la visibilidad de la marca y la nueva colección, alejándonos de planteamientos más reservados, que habíamos usado en otras ocasiones. Dos muros nos delimitan el espacio. Sin cubierta continua. Todo el protagonismo se deja en manos de líneas continuas de luz que dibujan todas la geometrías. El espacio queda acotado superiormente por circunferencias doradas. En el afán de apropiarnos del espacio de circulación, nos mantenemos a la misma cota, sin tarima, convirtiendo el stand casi en zona de paso obligada.
Expositivamente, una planta completamente liberada de particiones interiores, los propios muebles que componen los productos, y en especial una librería central lineal, organizan el propio programa de exposición.
Líneas de leds, planos de luz a distintas alturas, cortinas de 5 mts autoiluminadas, plantas, trust industrial, focos cinematográficos, papel pintado, rótulos colgantes… un universo de elementos para un espacio aparentemente elemental.
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